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José Manuel Briceño Guerrero

lunes, 3 de noviembre de 2014

A modo de Motivación

Por: Diego Camilo Figueroa Rincón

Hay situaciones en las que uno es conciente de su trascendencia y al pasar el tiempo, esas situaciones suelen pasar al olvido. En cambio hay otras que pasan como la luz del día y nos marcan sin darnos cuenta. Creo que tenía 11 o 12 años cuando un día, de repente, cobre conciencia de que todos morimos, que había un final para todos, me imagine a mis padres muertos, a mi hermano y mi hermana muertos y a mi muerto. Nunca he llorado por tanto tiempo. Recuerdo llegar a dormir a mi cama en la noche y empezar a pensar en eso hasta que no aguantaba y lloraba. Creo que fueron 3 semanas así. 

Mi mamá se dio cuenta que algo pasaba y ha sido de las únicas veces que no ha tenido que insistir  para que yo le diera una respuesta  y no una evasiva a su típica pregunta, ¿mijo que tiene? Le dije algo así –mamá, nos vamos a morir – ella me pregunto extrañada – ¿cuando?, ¿como? – y yo le respondí – algún día –. No recuerdo exactamente cuánto tiempo se demoro en darme una respuesta pero creo que fue rápido, me dijo – hay mijo pero aún falta mucho tiempo para que eso pase-. 

Esta historia se la conté al viejo Briceño para comentarle la idea que se va construyendo en mí para hacer el documental del TR4, una especie de combinación de mi miedo a la muerte y mi miedo a que el viejo Briceño muera. El viejo dijo que había sido muy sabia la respuesta de mi mamá y es muy cierto pero recordando, a mi esa respuesta  me tranquilizo pero no me quito el miedo. Ahora recuerdo que yo seguía dando vueltas en la cama imaginando mi muerte y al mismo tiempo diciéndome que aun faltaba mucho tiempo para eso no contenía el llanto. Con los días esa respuesta me fue tranquilizando hasta que un día me pareció absurda esa idea de tener la muerte respirándome al oído si tenía apenas 11 o 12 años, así que me puse a reír y reía a carcajadas semejante cosa absurda de vivir pensando en que uno se va morir cuando apenas está empezando a vivir. Pensé que el tema había desaparecido de mi vida hasta que hace casi un año me di cuenta que no era cierto y que aun esta tan presente en mi como antes.

Cuando le conté al viejo de mi miedo a su muerte me respondió – aun hay Briceño para mucho tiempo –. Ya le he hecho ese comentario 2 veces desde que lo conozco y las dos veces me ha respondido de la misma manera. A veces pienso que soy demasiado hp en preguntarle esas cosas pero me come la curiosidad el saber como ve una persona de su edad la muerte, y mucho más como la ve él. Yo comprendo que él no quiera hablar del tema, así que creo que no voy a insistir mucho en eso, sino más bien en explorar el por qué me da miedo su muerte y su relación con mi miedo a morir. 


Me pregunto pues ¿Por qué tengo miedo de que el profe se muera? Al inicio lo que se me ocurría era en que con él, se moriría una cantidad de sabiduría que nunca podríamos  llegar a conocer, que un abismo que posiblemente podría llenarse  iba permanecer estático pero luego pensé, si no somos capaces  de construir tal sabiduría tampoco haríamos mucho con la del profe. Uno de los temas que afloran es el del destino ¿hay un destino? Siempre he sido un incrédulo de tal cosa, pero no puedo negar en lo que he vivido, en estos momentos  de mi vida no estoy cerrado a cualquier posibilidad y no doy por absoluto ni verdadero nada, eso hace que uno cargue como con menos carga y más carga a la vez.

Luego pensé en algo más visceral, pensé en que no me iba a alcanzar el tiempo para aprender  lo suficiente del profe. Pero me di cuenta que las enseñanzas se ganan también con la edad por “buen” estudiante que fuera. Hoy día pienso que el miedo es ha perder tiempo, ha perder la oportunidad de sus clases, a no estar entendiendo lo que quiere decir y luego no tener la oportunidad de preguntarle, a veces siento que cada día que pasa estoy perdiendo una oportunidad y esto me conecta con mi miedo a morir y ese pasaje de Thoreau “Me fui a los bosques porque quería vivir con intención, quería mamar toda la savia de la vida, para desterrar todo lo que no era vida y para no, al morir, descubrir que no había vivido”.

No se porque la gente suele preguntarme mi edad, o si eso es común aquí, en todo caso recuerdo que desde que llegue a Venezuela respondía siempre que tenia 23 años, un día me lo preguntaron para la cedulación y demore un tiempo para recordarlo me toco hacer cuentas para estar seguro. No le paro a mi edad pero eso no quita el saber que el tiempo corre en mi contra. Hasta el momento considero que he tomado las mejores decisiones para mi vida y que me gusta lo que estoy haciendo pero eso tampoco quita la incertidumbre de pensar si en el  futuro seguiré pensando lo mismo. También esta en que soy uno de esos que se mortifica  fantaseando con “¿y que tal si hubiera hecho esto? O  ¿si hubiera dicho esto no pasaría aquello?” siempre pensando que las cosas hubieran sido mejor si me hubiera atrevido a hacer o decir, eso me mortifica. Me mortifica cuando no soy capaz de atreverme a hacer las cosas y me quedo inmutable en esa situación, he pasado muchas veces por eso, en algunas venzo en otras pierdo y pienso, ¿si la gran decisión de mi vida pasa delante de mi y la dejo pasar? o ¿que tal si ya paso? Luego pasa ese miedo y sigue mi vida como si nada, a veces le paro más atención que otras, el hecho es que nunca desaparece, o bueno, tal vez por ahora. 

Sigo en la búsqueda y repregunto ¿existe tal oportunidad de la vida? ¿Que es eso de la gran oportunidad de la vida? En el fondo veo una respuesta que me parece estupida y más pensar en que me la creo, es el mito de los cuentos de hadas, un hada madrina que te transforma la vida de un momento a otro, ese mito ha sido bombardeado y sigue siendo bombardeado con todas esas historias de Hollywood que de tanta insistencia yo creo que queda en el interior de uno. Aquí otro tema, ¿fama? o ¿reconocimiento? ¿Lo uno lleva a lo otro? Han habido muchos grandes artistas que sus obras son conocidas mucho después de su muerte ¿Así tiene que ser?¿Qué un artista muera sin saberse sido reconocido? ¿Será que ellos perdieron la oportunidad de ser reconocidos? ¿Cuántos otros habrá por conocer? ¿y si no los descubren? Creo que no tengo problema en ser o no reconocido, creo que soy modesto frente a esto pero ¿Qué tal que no? El viejo tiene una frase que me conmueve mucho, “a mi me gusta ser leído, yo escribo para ser leído” a mi me parece que si el pensamiento del profe es entendido contribuiría a que nosotros los latinoamericanos por fin pensemos por nosotros y otra historia construir pero ¿habrá que esperar a que el viejo se muera para que entendamos eso?


Finalmente hay un hecho que también me ha afectado mucho y es el libro de Thomas de Quincey “Los últimos días de Emmanuel Kant”. Este texto muestra como nuestro proceso biológico de vivir muriendo nos va despegando de todo en cuanto hemos sido. Era fácil entender eso de que lo material nunca hace sobrellevar los problemas que la vejez trae, pero con este libro uno se da cuenta que la sabiduría tampoco lo hace, nada lo hace, un gran pensador que partió el pensamiento en 2 envuelto en caprichos de niño, en nubarrones que cegaban su memoria, a veces ni se acordaba de lo que él había escrito, el costo y esfuerzo en construir lo que hizo, se le iba perdiendo sin ninguna forma de evitarlo, a final de su vida no pudo disfrutar en cuanto él había sido.     

Ese es otro tema que se relaciona con mi miedo a morir, el miedo a llegar a verme anciano y estar perdiendo día a día mis facultades hasta quedar casi en un estado fetal ¿es la muerte que yo quiero? Siempre he pensado en la eutanasia como un derecho que debe legalizarse y no solo para los enfermos terminales sino para todo el que quiera, en esta civilización los ancianos son los peor tratados, los menos considerados, los olvidados, las cargas. Yo lo he hecho y lo hago y no me gustaría que lo hicieran conmigo, siempre he pensado en la eutanasia como una posibilidad mía de morir, me pregunto si todos pensamos en lo mismo y en la espera de ese momento ¿se nos olvida también?

Quisiera resolver con el documental por lo menos 1 o 2 preguntas planteadas aquí pero se que de cada respuesta surgen nuevas preguntas, lo que se es tomare este documental  para profundizar mas  sobre ese miedo mío a morir y de esta forma seguir en mi camino de conocerme a mi y a esa famosa condición de ser seres humanos. 

Fuente: A modo de Motivación

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